Quiero contaros un caso práctico, donde la aplicación del Feng Shui
dio sus frutos. Este caso me toca muy de cerca, ya que ocurrió con mi hijo
pequeño.
Hace un año, al aproximarse el verano, mi hijo que
entonces tenía 11 años, se pasaba los fines de semana metido en casa, ya fuera
pegado al ordenador, o a la Play, etc, supongo que los que tenéis hijos de esta
edad, ya sabéis de qué os hablo. Pues bien, cuando yo le decía que porqué no se
bajaba a la urbanización, donde estaban chicos/as jugando, me respondía que
apenas los conocía, que él prefería quedarse en casa…
No le creí. Yo estaba segura que quería hacerlo, pero su timidez le
impedía dar el primer paso, así que le dije: “¿Quieres que el Feng Shui te
ayude?” Me miró incrédulo, pero pudieron más sus ganas de relacionarse, así que
contestó: “Vale. ¿Qué tengo que hacer?”.
Y nos pusimos manos a la obra. Comenzamos por limpiar, tirar lo que ya
no servía y ordenar. Le expliqué que de nada serviría colocar “algo” que
atrajera la amistad si la energía que entraba en su habitación estaba
estancada. Teníamos que “moverla”.
Cuando ya dejamos su dormitorio en orden, le expliqué en qué zona de
su habitación se encontraban las diferentes áreas que trabaja el Feng Shui de
la Escuela de la Forma, y en la zona de Relaciones, que era la que él
necesitaba potenciar, colocaríamos unas fotos.
Eligió fotos que tenía con amigos del cole, que le traían buenos
recuerdos, y compramos unos marcos en color rojo (ya que es uno de los colores
que potencian esta zona) y los colgamos en la pared.
También le dije que él tendría que poner de su parte, por ejemplo,
imaginando cómo sería si tuviese amigos en la urbanización, qué harían, qué
hablarían…en fin crear lo que deseaba.
No pasó ni un mes cuando un día, viniendo de la calle, apareció en el
portal un chaval al que no veía desde casi un año antes, y que le dijo: “Hola
Alex. ¿Te vienes al patio?”. Mi hijo me miró como si no diera crédito, y le
dije: “si quieres, ¡adelante!”.
Tengo que decir que ese fue el principio del fin de fines de semana o
vacaciones metido en casa pegado a un videojuego. Ahora, me llama pidiendo por
favor: “15 minutos más”.
Lo mejor de todo es que ya sabe que el Feng Shui funciona. Y cuando
hace poco remodelamos su habitación, lo primero que me preguntó fue: “Mamá
¿Dónde estaba la zona de la Riqueza? Es que quiero colocar mi dinero ahí”.
Tiene muy claro que tiene una responsabilidad frente a la familia, ya que su
habitación se encuentra en la zona de la FAMA, y que su estado repercutirá en
todos, con lo cual, cuida de ella mucho mejor que otros adolescentes.
Consultora de feng shui de la APFSHH en Madrid
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